Angustias al escribir, James Joyce
No menos se «peleó» James Joyce con su Ulises. Durante los años que necesitó para terminarlo sus dificultades económicas llegaron a ser dramáticas. El libro, además, le exigió hasta su última gota de energía.
Sigue ahora un ejemplo de lo vacío que estoy. Hace varios años que no he leído una obra literaria. Mi cabeza está llena de piedras y porquerías y cerillas rotas y montones de cristales recogidos por «todas partes». La tarea que me impongo al escribir un libro desde dieciocho puntos de vista diferentes y con otros tantos estilos aparentemente desconocidos o sin descubrir todavía por mis colegas; eso y la naturaleza de la leyenda elegida, bastaría para desequilibrar la mente de cualquiera.
viernes, 7 de septiembre de 2007
Angustias al escribir, James Joyce
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